Enfermo de amor

Traducido al español por StSassa

Los planes de Kongpob para ir a China cambian inesperadamente debido al brote de COVID-19.

No es como si fuera a decirlo en voz alta, pero desde que Kongpob anunció que había sido aceptado en su programa de maestría y que se iría pronto, Arthit sin duda alguna se había sentido ansioso y pesimista.

Aunque había pasado meses ayudándolo a estudiar día y noche luego de la graduación de su menor, una parte de él temía el día en que tendría que ir dejar a su pareja al aeropuerto. Se sentía inmensamente orgulloso de los logros de Kong y no conocía a otra persona más merecedora de estudiar tan prestigioso curso; no obstante, la egoísta y paranoica parte de él quería mantenerlo aquí, consumido por el miedo de tener que lidiar con la distancia.

En realidad, el pensamiento de estar lejos de ese molesto niño mimado durante dos años lo dejaba sintiéndose tan vacío y perdido que Arthit había hecho unas no muy vagas referencias a los múltiples problemas con los que se encontraría Kongpob durante su tiempo lejos, sin ser capaz de soportar la idea de no estar a su lado cuando estuviera enfermo, o peor, distanciándose de él.

Kongpob, por supuesto, no se preocupaba por nada de eso. Aunque, para ser justos, algunas de las preocupaciones de Arthit eran válidas.

—P’Arthit, no voy a contraer coronavirus. De todos modos, lo peor ya pasó.

—¡No sabes lo que podría pasar! Podrías estar en cuarentena y no poder volver jamás.

—También te extrañaré, P’.

Otras, sin embargo, eran bastante tontas.

—Kongpob, leí que los jóvenes en Beijing y Shangai a veces son promocionados por sus padres como bienes en mercados nupciales. Deberías tener cuidado.

—Mis padres no tienen intenciones de promocionarme como si fuera ganado, mucho menos en el extranjero. Además, ya tengo una bastante buena idea de con quién me quiero casar.

—Eso está fuera de lugar. Sólo digo que tengas cuidado.

Arthit había derramado lágrimas silenciosas cuando Kongpob lo sostuvo con ternura mientras dormían en su última noche juntos en el apartamento de Arthit. Por supuesto que lo extrañaría. Habían pasado por mucho juntos y, aunque a veces siguiera resistiéndose al afecto de Kongpob, este era una cómoda constante en su de otra forma tediosa vida. La noche siguiente, Arthit no dormiría en los brazos de su novio ni frunciría el ceño ante su conducta traviesa.

La mañana llega y Arthit permanece con la mirada fija en el techo, sin haber tenido ni un minuto de sueño. La luz solar se asoma gradualmente entre las cortinas y Arthit echa un vistazo al reloj en la pared. Las 6 am. La última vez que se despertó así de temprano, había estado entusiasmado porque Kongpob tendría sus resultados. Ahora, prefiere regresar y nunca haberlos sabido.

La silueta durmiente de Kong está inmóvil, con su rostro relajado y en paz. Arthit sabe que, de los dos, su novio es infinitamente más valiente y que tomaría la responsabilidad de ser valiente por ambos.

Se da una ducha más larga de lo normal, esperando en silencio a derretirse bajo el agua caliente y convertirse en líquido para irse por la cañería y de allí a la nada. Con lo que termina es con unos alarmantemente rojos cuello y hombros y una sensación de cosquilleo en sus venas cuando, dentro de un rato, sale de debajo del chorro del agua.

Cuando emerge del baño, Kongpob está sentado en su escritorio, aún en pijamas y navegando por algo en su laptop. Mira a Arthit cuando este se acomoda en la otra silla, con su cabello aún húmedo descansando sobre el hombro de Kongpob.

—P’Arthit —Kongpob besa su cabeza suavemente. —Tengo noticias.

Arthit se sienta ante esto, buscando en el rostro de su novio alguna pista de lo que eso pueda significar.

—¿Buenas noticias o malas noticias?

Kongpob piensa la pregunta por un momento.

—Ambas…depende de cómo lo veas, supongo.

Kongpob voltea la pantalla de su laptop ligeramente hacia Arthit, quien alza una ceja, pero lee el documento que está abierto. Está en inglés, lo cual le toma el doble de tiempo para procesar.

Asunto Urgente: Suspensión del semestre Enero-Junio 2021.

—Espera, ¿qué? ¿Cómo así?

Viernes 18 de diciembre de 2020

Queridos estudiantes y cuerpo docente:

Primero que nada, esperamos que estén a salvo y tomando medidas de prevención para protegerse a pesar del gradual descenso de número de casos reportados de neumonía causados por el COVID-19.

Entendemos que este último año escolar ha presentado grandes retos tanto para los estudiantes como para el cuerpo docente y se agradece el esfuerzo de nuestros profesores al asegurar que los estudiantes se mantengan aprendiendo mediante las estrategias digitales. Debido al festival de otoño, la Comisión Municipal de Educación de Beijing ha anunciado que todas las universidades públicas tienen la libertad de decidir si desean o no reanudar las clases como lo estipulado para el siguiente semestre en febrero, así como para permitir a los estudiantes de posgrado proceder o no con las actividades de orientación de inicios de enero. Previamente, la universidad había tomado la decisión de empezar el próximo semestre tal como estaba estipulado.

—Kong, sabes que mi inglés no es tan bueno. ¿No me lo puedes resumir?

—Está en la siguiente parte, P’Arthit.

Sin embargo, debido a las circunstancias imprevistas en las que cinco de nuestros estudiantes locales de la Facultad de Negocios y Economía así como la confirmación de infectados de COVID-19 en la Facultad de Lenguas y Culturas Modernas, la universidad ha tomado la difícil decisión de posponer el próximo semestre hasta nuevo aviso. Esperamos que tanto los estudiantes como el cuerpo docente comprendan que hemos tomado estas medidas para prevenir la propagación del virus entre los miembros de la universidad.

Mientras tanto, estaremos trabajando para proveerles materiales relevantes para el aprendizaje en línea en caso de que la suspensión de clases persista por más de tres semanas. Se recomienda que los estudiantes locales se queden en casa tanto como sea posible y recomendamos ampliamente que los estudiantes internacionales se abstengan de regresar o de llegar al campus. Por favor contacten a sus aerolíneas para obtener más información sobre la cancelación o reprogramación de sus vuelos. En caso de ser necesario, la universidad puede proveer un pequeño reembolso para las cuotas de cancelación o reprogramación…

Arthit deja de leer. Los engranes en su cerebro siguen trabajando para entender varias palabras. Cuando lo comprende, se gira hacia Kongpob, quien está esperando su reacción.

—Así que… ¿no irás?

—Bueno, no aún. Tengo que esperar a que anuncien que es seguro.

—Vas a… quedarte. Por al menos dos meses más.

—Sí, P’ —Kongpob sigue intentando leer la expresión de su novio. —¿Qué opinas?

Arthit está saltando internamente. Su mal humor de la noche anterior se convierte en alivio. Aunque en el exterior, simplemente asiente.

—Está… bien, supongo.

—¿Bien?

—Sí, bien. Te dije que podía propagarse, ¿o no?

—P’Arthit —Kongpob lo toma de una mano y juega con sus dedos. —¿Estás feliz porque me quedaré?

—¿Q-Quién dijo que estaba feliz? —Balbucea Arthit. —Ahora harás que mi factura del agua siga siendo elevada por dos meses más.

—Está bien si estás feliz, P’ —Kongpob sólo sonríe, tomando su rostro entre sus manos.

Arthit se pone de pie abruptamente y señala la puerta del baño.

—Ve a ducharte. Tengo que ir al trabajo.

Son las 4:54 pm cuando Kongpob le envía un mensaje.

Kongp’arthit, quieres que salgamos a cenar esta noche?

Arthita dónde?

Kong: a los fideos?

Arthitok, ya casi salgo. 5:30?

Kongya estoy abajo

Arthitpor supuesto que lo estás -.-

Kong: :*

Arthitusaste cubrebocas? No deberías salir sin cubrebocas.

KongSí P’, estoy usando cubrebocas

Fiel a sus palabras, el rostro de Kongpob está cubierto por una mascarilla quirúrgica en color azul y Arthit trae una propia. Incluso cuando la mayoría de su rostro está cubierto, Arthit sabe que Kongpob le está sonriendo.

—P’Arthit —su voz está ligeramente amortiguada por el material. —Vayamos a dar un paseo.

—¿Por qué? Creí que querías ir a cenar.

—Sigue siendo temprano.

Se toman de las manos, caminando por el parque cerca de la oficina de Arthit.

—¿Hay algo de lo que querías hablar?

Kongpob se detiene, tomando ambas manos de Arthit entre las suyas y envolviéndolas alrededor de su cintura.

—¿Qué haces? —Arthit se tensa, pero no aparta sus manos. Están increíblemente cerca ahora, con sus rostros a centímetros de distancia.

—Ayer hablé con mis padres.

—¿Sí?

—Les dije del aplazamiento.

Arthit asiente, un poco más relajado ahora y entrelazando sus manos, descansándolas en la espalda baja de Kongpob. Hay algunas miradas de los transeúntes, pero nada más.

—¿Así que te mudarás a tu casa?

—Bueno, no lo sé. Quiero quedarme contigo, por supuesto. Pero sé que estás preocupado por tu factura del agua…

—Estaba bromeando. Lo sabes, ¿cierto?

Los ojos de Kongpob se arrugan de los costados y deja salir una suave risa.

—Bueno, la cosa es que tendría más sentido que me mudara de regreso a mi casa, dado que el semestre ya terminó.

Arthit regresa sus manos hacia el frente, poniendo un poco de distancia entre ellos.

—Entonces, ¿cuándo te mudarás?

Kongpob suspira, volviendo a acercar a Arthit.

—Podría no tener que hacerlo.

Las cejas de Arthit se fruncen y su mirada es inquisitiva.

—No les he dicho aún, pero estaba pensando si… ya sabes, es hora.

—Oh —exhala. Si Kongpob fuera a quedarse en los dormitorios (ni siquiera en uno propio), necesitaría una razón para justificarlo a sus padres.

—Sé que es un gran paso y por eso te estoy preguntando primero. No quiero escondérselos más, pero si no estás listo, entonces…

Arthit mordisquea su labio inferior y su respiración es algo superficial. Por supuesto que ha considerado sacar el tema con sus propios padres, y aunque todo resultara mal, al menos él podía solventarse económicamente. Kongpob, por otro lado, tenía que perder mucho más que su familia. No tenía un empleo, ni un lugar para quedarse. No era como si a Arthit no fuera a acceder gustoso a que se quedara con él, pero no era sostenible a largo plazo.

—También quiero decirles a los míos —empieza. —Pero quiero que esperes.

—¿Por qué?

—Sólo me preocupa que, si les dices ahora, haya alguna probabilidad de que dejen de financiar tus estudios si es que sale mal.

Kongpob se queda en silencio por un momento, pero asiente.

—Tienes razón. Esperaremos a que me gradúe.

Kongpob alza una mano hacia su cubrebocas y tira ligeramente de él hasta que el material está plegado bajo su barbilla.

—¡Kongpob! ¡No te saques el cubrebocas!

—Pero… quiero besarte, P’Arthit —dice, con sus ojos brillando con picardía.

—No, no me sacaré el cubrebocas, así que olvídalo —Arthit pone mala cara, tirando del cubrebocas de Kongpob para volver a cubrir su nariz y su boca.

—De acuerdo, podemos dejarnos los cubrebocas.

Se inclina hacia adelante, presionando sus bocas sobre las capas de algodón. Arthit se tensa por un momento, pero también frunce sus labios, sintiéndolos cosquillear y su estómago revoloteando incluso con las capas extras que los separan.

Kongpob se aparta, con los extremos de sus ojos arrugándose con una sonrisa. Incluso con su cubrebocas puesto, el furioso sonrojo de Arthit alcanza sus orejas.

—Vete a empacar ahora mismo —se aleja por el camino, con Kongpob trotando para alcanzarlo.

—P’Arthit, ¡pero no podremos hacerlo tanto cuando me vaya! 

Traducido al español por StSassa

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